El Pueblo Peculiar de Dios

¿Qué haría que un joven matrimonio de profesionales dejara la comodidad de su hogar para ir a una tierra lejana a servir a un grupo de personas que son muy diferentes a ellos sin siquiera tener los fondos para cubrir todos sus gastos? Esto parecería ser una decisión ridícula para muchas personas. Algunos dirían que no están siendo prácticos, y que este debería ser el momento en el que estén pensando en construir su futuro y comenzar su familia. Pero estos dos son un par del "pueblo peculiar" de Dios. (Ver 1 Pedro 2:9 KJV). Este par pertenece al “pueblo adquirido” por Dios. (Ver 1 Pedro 2:9 RVR). No están viviendo la vida siguiendo la sabiduría del mundo porque saben que están entre el pueblo elegido por Dios que está llamado a llevar Su luz a un mundo oscuro.

Esta pareja de América Latina lleva menos de cinco años de casados. Se han formado no solo en teología, sino que también tienen títulos profesionales. Su formación académica y años de experiencia en sus respectivos campos les han abierto las puertas para aventurarse hacia el este dejando atrás a amigos y familiares. A estas alturas, deberías darte cuenta de que no he mencionado sus nombres, ni lo haré. Sería demasiado peligroso revelar sus identidades o el país al que irán. Suena loco, ¿verdad? Muchos de nosotros ni siquiera pensaríamos en una empresa tan arriesgada. Pero Dios envía a su pueblo a todos los rincones de la tierra, a los lugares más ocultos e inesperados, porque quiere que traigan su fragancia a un mundo moribundo.

Porque para Dios somos la fragancia de Cristo entre los que se salvan y entre los que se pierden. Para algunos somos un aroma de muerte que conduce a la muerte, pero para otros, un aroma de vida que conduce a la vida. ¿Y quién es competente para esto? 2 Corintios 2:15-16

Esta no fue una decisión de la noche a la mañana de ir a un país donde los pocos cristianos de la nación se reúnen en secreto para adorar, porque si se descubre su conversión serán excluidos de sus familias y comunidades. La ley establece que todos los ciudadanos son musulmanes, por lo que un cristiano no se atreve a enfrentarse al sistema legal de su propio país. Los convertidos al cristianismo son avergonzados y sometidos a mucha presión. Pueden perder sus trabajos e incluso pueden ser despojados de sus derechos de paternidad. A un cristiano de un país extranjero no se le permite evangelizar en esta tierra. Entonces, ¿por qué esta joven pareja de América Latina siquiera pensaría en mudarse a un lugar como este?

Tres años de oración con su iglesia local fueron parte de este viaje. Sus corazones se abrieron para ir a donde Dios los enviara, por lo que viajaron a muchos países y fue en uno de estos viajes que el propósito de Dios se hizo claro para ellos. Entonces entendieron que Dios los estaba llamando a dejar todo lo familiar para ir a un pueblo que aún no ha sido alcanzado por el Evangelio. Al principio, pensaron que los estaba llamando al norte de África, pero esas puertas comenzaron a cerrarse y, en cambio, las puertas al Medio Oriente se abrieron de par en par. A principios de 2019, durante una estadía en esa región, se presentó una oportunidad de empleo y supieron que Dios estaba obrando. Este trabajo cubriría el 50 por ciento de sus gastos y les daría una razón viable para estar en esta nación.

Sin embargo, todavía tenían que esperar pacientemente en el Señor. Pensaban que hoy ya estarían en sus trabajos en esa región, pero Dios tenía otros planes. Sin embargo, su espera no ha sido en vano y en unos meses más estarán en camino a su destino, que no es un picnic en el parque. Hacer conversos al cristianismo puede ser peligroso. No se puede sospechar de ellos que estén difundiendo el Evangelio, ya que podrían ser encarcelados y luego deportados.

Luego está la cuestión del 50 por ciento restante de sus gastos mensuales, que aún deben cubrirse. Pero están confiando en Dios mientras se acercan a las iglesias y a las personas en busca de apoyo. Además, tendrán que aprender el idioma y la cultura para que les sea más fácil crear relaciones significativas con la gente para compartir el Evangelio. Otro de sus objetivos es establecer una iglesia local en un lugar donde hay pocos edificios de iglesias. Esta no es una hazaña fácil, pero saben que pueden hacer todas las cosas a través de Cristo que los fortalece. (Ver Filipenses 4:13).

Son el pueblo peculiar de Dios que quiere que los ciudadanos de la tierra donde van sean parte de la gran multitud que nadie puede contar, de cada nación, tribu, pueblo y lengua, de pie ante el trono y ante el Cordero, vestidos de túnicas blancas y sosteniendo ramas de palma en sus manos, adorando al Dios que se sienta en el trono. (Ver Apocalipsis 7: 9-10). También esperan ser precursores, allanando el camino para que otros obreros cristianos vayan a esa región a cumplir la Gran Comisión de hacer discípulos para Cristo.

Para saber cómo ayudar a esta pareja a cumplir con la Gran Comisión, comuníquese con aromaguarani@gmail.com