”Arrepiéntanse!
- Nicola Carara
- 1 day ago
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Parece que hoy en dĆa las iglesias evitan la palabra "arrepentirse". Sin embargo, Mateo 4:7 nos dice que JesĆŗs predicó el arrepentimiento tras ser llevado al desierto por el EspĆritu Santo para ser tentado por SatanĆ”s. Esto fue precedido por el bautismo de JesĆŗs por su primo Juan, que fue un bautismo de arrepentimiento. JesĆŗs no tenĆa necesidad de arrepentirse; sin embargo, bautizó con agua para arrepentimiento y entonces los cielos se abrieron, el EspĆritu Santo descendió sobre Ć©l en forma de paloma y la voz de su Padre vino desde arriba declarando que JesĆŗs era su Hijo amado. No podemos esperar que Dios sea nuestro Padre y se complazca con nosotros si no nos arrepentimos. Y el arrepentimiento no es solo pedir perdón, sino alejarse del pecado y volverse a Cristo para ser salvo.
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Pedro les dijo: Ā«ArrepiĆ©ntanse y bautĆcese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados; y recibirĆ”n el don del EspĆritu Santo.Ā» Hechos 2:38
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El arrepentimiento es fundamental. Sin embargo, muchos creen que no tienen nada de quĆ© arrepentirse. Si no comprendemos la maldad de nuestro corazón, puede que nunca veamos la necesidad de apartarnos del pecado. Muchas personas religiosas pueden creerse buenas por estar ocupadas con las labores de la iglesia, pero esto puede ser muy peligroso, ya que incluso las labores de la iglesia podrĆan distraernos de una relación con JesĆŗs. En Mateo 7, JesĆŗs dijo que muchas personas hacĆan cosas en su nombre, pero Ć©l no las conocĆa y les dijo que practicaban la iniquidad. Dijo que solo quienes hacen la voluntad del Padre entrarĆ”n al cielo. Debemos recordar que la religión no nos hace justos.
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Pero cuando vio que muchos fariseos y saduceos venĆan para el bautismo, les dijo: «”Generación de vĆboras! ĀæQuiĆ©n les advirtió que huyeran de la ira venidera? Por tanto, den frutos dignos de arrepentimiento; y no piensen que pueden decir dentro de ustedes mismos: āTenemos a Abraham por padreā; porque les digo que Dios puede levantar hijos a Abraham de estas piedras. El hacha ya estĆ” puesta a la raĆz de los Ć”rboles; por tanto, todo Ć”rbol que no da buen fruto es cortado y echado al fuego. Mateo 3:7-10
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Todo lo que hagamos debe ser digno de arrepentimiento. Debemos tener un corazón que se deja convencer fĆ”cilmente por el EspĆritu Santo y estar dispuestos a arrepentirnos de cualquier cosa que pueda llevarnos a una relación rota con el Padre. Es importante tener la tristeza que es segĆŗn Dios, la cual conduce al arrepentimiento. El apóstol Pablo escribió una carta a la iglesia de Corinto, que tal vez consideraron dura, ya que no les agradó, pero la necesitaban, ya que esta carta los llevó a la tristeza hasta el arrepentimiento. En esta carta, Pablo abordó los pecados de la iglesia, incluyendo la inmoralidad sexual, la idolatrĆa, el robo, la avaricia, el abuso y muchos mĆ”s. Les advirtió que cualquiera que cometiera estos pecados no entrarĆa en el reino de los cielos. Y escucharon su amonestación.
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Pues aunque os causĆ© tristeza con mi carta, no me arrepiento; aunque sĆ me arrepentĆ āpues veo que aquella carta os causó tristeza, aunque solo por un tiempoā ahora me regocijo, no porque hayĆ”is sido entristecidos, sino porque fuisteis entristecidos hasta el punto de arrepentimiento; pues fuisteis entristecidos segĆŗn la voluntad de Dios, para que no sufrierais pĆ©rdida alguna por nuestra causa. Porque la tristeza que es segĆŗn la voluntad de Dios produce arrepentimiento, sin remordimiento, para salvación; pero la tristeza del mundo produce muerte. 2 Corintios 7:8-10
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Debemos ser muy cuidadosos para asegurarnos de reconocer el pecado en nuestra vida y no excusarlo. Nunca nos arrepentiremos si intentamos enmendar nuestros errores con explicaciones superficiales. Esta es una trampa del enemigo. Y esto ha estado sucediendo desde el principio de los tiempos, desde que Eva fue engaƱada para que comiera de un Ć”rbol del que Dios le habĆa ordenado a AdĆ”n que no comiera. Pero ella cayó en la trampa de SatanĆ”s y compartió con AdĆ”n lo que consideraba placentero. Este acto de desobediencia a Dios provocó su separación de Ćl, la cual fue deshecha por el segundo AdĆ”n, JesĆŗs.
Y ahora, hermanos, sĆ© que actuaron por ignorancia, al igual que sus gobernantes. Pero lo que Dios anunció de antemano por boca de todos los profetas, que su Cristo padecerĆa, asĆ lo ha cumplido. Por tanto, arrepiĆ©ntanse y vuelvan, para que sus pecados sean borrados, a fin de que tiempos de refrigerio vengan de la presencia del SeƱor, y para que Ć©l envĆe a JesĆŗs, el Cristo designado para ustedes, a quien el cielo debe recibir hasta el tiempo de la restauración de todas las cosas, acerca de la cual Dios habló por boca de sus santos profetas desde la antigüedad. Hechos 3:17-21
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Sin arrepentimiento y apartamiento del pecado, no podemos reconciliarnos con el Padre ni recibir la restauración. Debemos reconocer nuestros pecados, arrepentirnos y volver al Padre.
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