Después de escuchar el testimonio de Daniela sobre ella y el viaje misionero de su familia a tres comunidades en el Amazonas, me conmovió tanto que quería que también supieras sobre su experiencia. Hay tanta gente que necesita el Evangelio y la asistencia física allí mismo en América del Sur. Creo que debemos tener una visión global más amplia para expandir la iglesia de Cristo, que no son personas en un edificio, sino creyentes que son parte del cuerpo de Cristo en todo el mundo. Esta es la historia de Daniela sobre la difusión del Evangelio de Cristo a uno de los grupos de personas menos alcanzados y desfavorecidos. ¿Tienes una historia similar?
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Hace dos semanas, mi familia y yo visitamos el estado de Beni en Bolivia, que es la región amazónica boliviana. Participamos en una campaña evangelística denominada "Viva Beni con Cristo". Nos asignaron tres comunidades para compartirles el Evangelio. En ellas, encontramos una población numerosa en niños y jóvenes, donde la mayoría de las familias subsisten de la caza y la pesca. Pertenecen a grupos etnias indígenas y mestizos. En estos lugares hay mucha pobreza y desnutrición infantil. Hay iglesias (estructuras), pero no hay pastores ni obreros. Solo un misionero de la capital del estado visita estas áreas una vez al mes. Esta persona, fue la que nos llevó para que pudiéramos conocer estas comunidades.
Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor. Mateo 9:35-36
Vimos personas que estaban abiertas al Evangelio y recibieron la Palabra de Dios con mucha atención. Pero definitivamente es urgente orar para que Dios envíe pastores a estas comunidades.
¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: !!Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! Romanos 10:14-15
Es un desafío vivir en estas comunidades, porque no hay fuentes de empleo y las condiciones de vida son muy precarias. Por tanto, los jóvenes que desean estudiar se trasladan a la capital del estado y no regresan por falta de trabajo o por no tener otras opciones para una forma de vida diferente de la caza y la pesca. Los pastores o misioneros que deseen trabajar allá necesitan contar con sus propios recursos o ser sostenidos por personas o instituciones externas.
En estos lugares hay mucha selva y ríos que en temporada se lluvia inundan la mayor parte del estado durante tres o cuatro meses. Por lo cual, los habitantes de estas comunidades deben movilizarse en canoas y en muchos casos, abandonar sus casas hasta que pase la inundación. Nosotros quedamos muy sorprendidos por la dura realidad de estas personas y sus necesidades espirituales y físicas. En la primera población que visitamos, existe una fuerte oposición espiritual porque allí hay un centro católico de peregrinaje a una virgen. Sin embargo, los niños fueron receptivos al mensaje del Evangelio. Ahora estamos orando constantemente por ellos.
Pero Jesús dijo: Dejad que los niños vengan a mi, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos. Mateo 19 : 14
Durante nuestra estadía, hicimos evangelismo en las casas y actividades con niños y adultos en los templos y las escuelas. Entregamos donaciones de biblias y materiales educativos y evangelísticos para niños y adultos. También les dimos bocadillos y vitaminas. Mientras trabajábamos en una de las comunidades, vinieron mujeres de una aldea más alejado a pedirnos ayuda. Nos dijeron que son ellas los que deben hacer todo lo posible para alimentar a sus familias ya que los hombres se dedican a consumir bebidas alcohólicas. Creemos que solo el poder de Dios puede cambiar esta realidad, porque el Evangelio lleva vida donde es recibido.
Después de esta experiencia, nuestros corazones se han sido tocado para seguir orando y apoyando a estas comunidades en la manera que el Señor nos provea.
Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies. Mateo 9:37-38
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Ahora, disfrute de algunas de las fotografías que se tomaron en el viaje de esta misión.
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