Parece que estos días muchas cosas que he estado leyendo y los sermones que he escuchado se centran en el tema de la santidad. A principios de este mes mi iglesia en Jamaica tuvo oración y ayuno con respecto a la santidad y la consagración. Dios nos ha llamado a ser santos como Él es santo, por eso esto es muy importante. La santidad de Dios es hermosa, pero también infunde el temor del Señor, de modo que le tenemos un temor reverencial.
¡Oh, adorad al Señor en la belleza de la santidad! Tiemblen ante Él, toda la tierra. Salmo 96:9
Hay versiones de la Biblia que traducen esto como que debemos adorar a Dios con vestimenta santa. Eso nos da un significado completamente diferente ya que Dios quiere que incluso nuestra ropa sea santa. Tal como lo hizo con Aarón y los demás sacerdotes. Dios fue muy específico acerca de cómo se vestían, y fue muy detallado al respecto. Me sorprende que incluso las personas que confeccionaban las vestiduras sacerdotales tuvieran que recibir sabiduría y entendimiento del Espíritu Santo.
Y harás vestiduras santas para Aarón tu hermano, para gloria y hermosura. Hablarás, pues, a todos los artífices talentosos, a quienes he llenado con espíritu de sabiduría, para que hagan las vestiduras de Aarón, para santificarlo, para que me ministre como sacerdote. Y estas son las vestiduras que harán: el pectoral, el efod, el manto, la túnica primorosamente tejida, el turbante y el cinturón. Harán, pues, vestiduras sagradas para Aarón tu hermano y para sus hijos, para que pueda servirme como sacerdote. Éxodo 28:2-4
Estas vestiduras mostraban que estaban apartados del resto de los israelitas para ministrar al Señor. Incluso tenía que haber una campana de oro y una granada adheridas al borde de la túnica de Aarón para que hiciera sonido cuando entraba y salía del lugar santo delante del Señor. Esto se hizo para que no muriera. Si los sacerdotes no llevaban pantalones de lino para cubrir su “desnudez” cuando iban al altar del lugar santo también podían morir. Dios no estaba jugando con Su santidad, pero había mucho más, como que Aarón tuvo que llevar un sello en la cabeza para que los santos regalos de los israelitas fueran aceptados por Dios.
“Harás también una lámina de oro puro y grabarás en ella, como la grabadura de un sello: SANTIDAD AL SEÑOR. Y lo pondrás sobre un cordón azul, para que esté sobre el turbante; estará en la parte delantera del turbante. Así será sobre la frente de Aarón, para que Aarón lleve la iniquidad de las cosas santas que los hijos de Israel santifican en todas sus santas ofrendas; y estará siempre sobre su frente, para que sean aceptos delante del Señor. Éxodo 28:36-38
No estoy seguro de por qué este artículo se refiere tanto a la ropa. Esta definitivamente no era mi intención y por eso no fue planeado. Cuando escribo cada artículo quiero ser guiado por el Espíritu Santo. Sabía que iba a escribir sobre la santidad, pero no estaba seguro de qué dirección tomaría mientras escribía. Normalmente empiezo a escribir y dejo que el Espíritu de Dios me guíe, si es que Él aún no me ha mostrado qué escribir. No quiero que lo que escribo salga de mi carne porque eso iría en contra de Dios y no sería santidad de mi parte. Santidad significa no sólo separación del mundo, sino separación de mi carne. Santidad significa que no puedo hacer las cosas a mi manera, sino que busco asiduamente hacer las cosas a la manera de Dios, incluso al escribir este artículo.
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