Reprensión y Arrepentimiento
- Nicola Carara
- Apr 20, 2022
- 4 min read

Acabamos de pasar por un perĆodo en el que recordamos la muerte y resurrección de JesĆŗs. JesĆŗs derramó Su sangre por nosotros ya que esa era la Ćŗnica forma en que nuestros pecados habrĆan sido perdonados. (Ver Hebreos 9:22). Ćl es nuestro sacrificio perfecto, a quien a menudo damos por sentado incluso como cristianos. Muchos de nosotros nos hemos rebelado y seguido nuestro propio camino, y algunos de nosotros incluso podemos usar versĆculos de la Biblia para justificar nuestro comportamiento impĆo. Es importante que reconozcamos nuestros pecados y los confesemos con un corazón arrepentido. Eso significa que no solo estamos diciendo que lamentamos haber pecado y seguimos volviendo a Ć©l, sino que debemos tomar la decisión de alejarnos de nuestros pecados y regresar al camino de Dios. SĆ, JesĆŗs hizo una obra consumada en la cruz y por eso todos nuestros pecados han sido perdonados, los que hemos hecho en el pasado y los que cometeremos en el futuro. Sin embargo, eso no significa que permanezcamos en el pecado y pensemos que todo estĆ” bien. Somos instruidos en la Palabra de Dios para confesar y arrepentirnos de nuestros errores.
El que encubre sus maldades no prosperarÔ, pero el que las confiesa y las abandona hallarÔ compasión. Proverbios 28:13
Por tanto, arrepentĆos y convertĆos, para que sean borrados vuestros pecados, para que vengan de la presencia del SeƱor tiempos de refrigerio. Hechos 3:19
La bondad de Dios conduce al arrepentimiento. Cuando me doy cuenta de que he hecho mal y, sin embargo, Dios es tan bueno y bondadoso conmigo, me entristezco. La tristeza según Dios lleva al arrepentimiento, pero la tristeza del mundo lleva a la muerte. Parece que no queremos ser reprendidos o corregidos, y no queremos reprender o corregir a nadie, sin embargo, la Biblia nos dice que hagamos esto. Si amamos a las personas, desearemos que estén en el camino de Dios, y eso puede significar que tenemos que confrontar su pecado, nos guste o no.
Porque hay muchos rebeldes, charlatanes y engañadores, especialmente los de la circuncisión, que deben ser silenciados porque trastornan a familias enteras, enseñando cosas que no deben enseñar por ganancias deshonestas. Uno de ellos, un profeta propio, dijo: "Los cretenses son siempre mentirosos, bestias malvadas, glotones perezosos". Este testimonio es verdadero. Por tanto, repréndelos severamente para que sean sanos en la fe. Tito 1:10-13
Recientemente, un amigo mĆo me dijo que yo era āinsensible y duroā. No me molestĆ© porque si lo estoy, necesito cambiar. Afortunadamente, otro amigo entró y me defendió. Posteriormente he preguntado a otros amigos si pensaban que yo era asĆ, y me han dicho que no. Incluso lo presentĆ© ante Dios, ya que es necesario recibir crĆticas y correcciones y presentarlo ante Su trono porque es importante que los cristianos sean verdaderamente como Cristo. Ahora, muchos dirĆ”n que no debemos juzgar, pero la Biblia establece claramente que si una persona es sorprendida en alguna falta, nosotros, que somos espirituales, debemos restaurar a esa persona con un espĆritu de mansedumbre; mirĆ”ndonos a nosotros mismos, para que no seamos tentados tambiĆ©n nosotros. (Ver GĆ”latas 6:1). SĆ© que una persona es un buen amigo cuando me dice la dura verdad que no quiero oĆr, pero que necesito oĆr para llevarme de vuelta al camino recto y angosto de Dios.
Hermanos mĆos, si alguno de entre vosotros se extravĆa de la verdad y alguno le hace volver, sepa que el que hace volver a un pecador del error de su camino salvarĆ” su alma de muerte y cubrirĆ” multitud de pecados. Santiago 5:19-20
No nos dejemos engañar, todos pecamos y estamos destituidos de la gloria de Dios, por lo que debemos estar abiertos a la reprensión y la corrección. La Escritura misma es beneficiosa para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia. (Ver 2 Timoteo 3:16). Desafortunadamente, muchos de nosotros sentimos que tenemos razón ante nuestros propios ojos, y justificamos nuestros pecados y los encubrimos. Incluso de alguna manera tratamos de hacer que el pecado se vea bien.
Si decimos que no tenemos pecado, nos engaƱamos a nosotros mismos y la verdad no estĆ” en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, Ćl es fiel y justo, para que nos perdone nuestros pecados y nos limpie de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, lo hacemos mentiroso y su palabra no estĆ” en nosotros. 1 Juan 1:8-10
Soy muy consciente de que muchos de nosotros vivimos en una cultura en la que no podemos decir que algo estĆ” mal, o no podemos estar en desacuerdo o, de lo contrario, seremos considerados una persona horrible. Estuve en el supermercado recientemente y la anciana frente a mĆ que se estaba tomando su tiempo seƱaló que tenĆa que esperar porque ella era una persona mayor y yo estaba en la fila para personas mayores. Me sentĆ tan mal porque no habĆa visto la seƱal. Entonces, me disculpĆ© con el anciano que estaba detrĆ”s de mĆ y le preguntĆ© si podĆa quedarme en la fila. Tuve un estudio bĆblico en menos de una hora y necesitaba llegar a casa. Una seƱora me dijo: āPuedes ser lo que quieras ser. Si quieres ser senior, puedes ser senior. En estos dĆas puedes ser lo que quieras serā. Estuve de acuerdo con ella y le dije que podĆa decirle que soy una flor y que no podĆa decir nada o estarĆa en problemas. Ella respondió: āSĆ, porque me podrĆan cancelarā. HabĆa algunas personas divertidas alrededor riĆ©ndose. Y el seƱor mayor detrĆ”s de mĆ dijo que depende de mi generación hacer un cambio. Sin embargo, mi nueva amiga a la que nunca querrĆa cancelar debido a su franqueza, replicó: āNo, depende de todos nosotrosā. Estoy de acuerdo, pero ĀæcuĆ”ntos de nosotros estamos dispuestos a hablar sobre los males que nos rodean? ĀæEstamos listos para corregir a alguien desde una posición de amor? ĀæY estamos listos para ser corregidos?
Escucha los consejos y acepta la disciplina, para que seas sabio el resto de tus dĆas. Proverbios 19:20
El que ama la disciplina ama el conocimiento, pero el que odia la reprensión es un necio. Proverbios 12:1
No quiero ser estĆŗpido, quiero asegurarme de que si estoy siendo reprendido y corregido, escucharĆ© y estarĆ© listo para confesar mis pecados y arrepentirme si soy verdaderamente culpable, para que viva una vida agradable a Dios. El rey David no era perfecto, pero Dios lo llamó un hombre conforme a su corazón. Escuchó la reprensión, aceptó que habĆa hecho mal y se arrepintió. ĀæEstĆ”s listo para hacer lo mismo?