La verdad es que a veces no sé qué me pasa. He leído el libro de Job muchas veces, pero nunca me di cuenta de que Satanás quería romper la relación que Job tenía con Dios. Lo siento, eruditos bíblicos, por mi ignorancia. Pensé que Job estaba siendo probado para ver si seguiría confiando en Dios. Sin embargo, es algo más profundo que eso. Si Job hubiera perdido la confianza en Dios, entonces podría haberlo maldecido como su esposa le había dicho que hiciera y haberse alejado de Él. Pero Job eligió seguir confiando en Dios aunque sentía que Dios lo estaba matando. Perdió todo: sus hijos, su riqueza e incluso su salud. Sin embargo, Dios no permitió que Satanás le quitara la vida.
Entonces el Señor le dijo a Satanás: “¿Te has fijado en mi siervo Job? No hay otro como él en la tierra, hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal. Y aun así se mantiene firme en su integridad, aunque tú me incitaste contra él para que lo destruyera sin causa”. Entonces Satanás respondió al Señor y dijo: “¡Piel por piel! Sí, todo lo que el hombre tiene dará por su vida. Pero extiende ahora tu mano y toca su hueso y su carne, ¡verás si no te maldice en tu propia cara! Y el Señor dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano, pero perdona su vida. Job 2:3-6
Por favor, no me culpen por no entender que Satanás quería fracturar la relación del Señor con Job, porque hay mucho que sucede en este libro. El Señor admite que Satanás lo incitó a destruir a Job sin una causa. Eso no me parece tan agradable. ¿Cómo pudo el Señor hacerle todo esto a Job solo para demostrar que continuaría temiéndole mientras permanecía intachable y recto frente a un sufrimiento horrible? Los caminos de Dios son definitivamente misteriosos. Uno pensaría que odiaba a Job por permitirle pasar por todo lo que pasó. Pero no fue así. Parecía estar orgulloso de Job y lo amaba mucho. Y aunque Job cuestionó a Dios sobre todo lo que estaba soportando, todavía se aferró a Dios y no lo dejó ir. Job se arrepintió más tarde y recuperó todo lo que había perdido. He oído a algunos predicadores decir que recibió “el doble por sus problemas”. Incluso había personas que no estaban allí para él durante sus desafíos que iban a comer a su casa y lo consolaban por todo lo que había pasado. Debo confesar que no estoy seguro de que hubiera dejado que estas personas entraran a mi casa a comer mi comida cuando antes no estaban allí para mí. Sin embargo, como Job fue perdonado, es posible que haya elegido perdonar a todos los que lo habían olvidado en su momento de dificultad y se haya reconciliado con ellos.
Probablemente tenga que pasar algún tiempo arrepintiéndome por mi corazón duro y por cuestionar a Dios como lo hizo Job, y también por no perdonar tan fácilmente como debería. El arrepentimiento de Job llegó después de que Dios le explicara que Él es el Creador poderoso en un largo diálogo. Al ser un Creador omnisciente, el Señor limitó lo que Satanás podía hacer con Job. Dios sabía que incluso después de su dura prueba, Job se mantendría firme en Él y luego lo recompensaría. Puede que nuestra recompensa no venga en esta vida en la tierra, pero se nos promete una vida mucho mejor en el Cielo, donde habrá compañerismo, trabajo y adoración al Señor.
Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos; y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero. Apocalipsis 7:9-10
Satanás habría perdido la batalla y estaremos en comunión eterna con nuestro Dios. El plan de Satanás desde el principio se vería frustrado cuando torció la palabra de Dios para que Eva y luego Adán desobedecieran a Dios, lo que resultó en que ambos fueran expulsados del Jardín del Edén, donde tenían una relación íntima con el Señor. Gracias a Dios por Jesús, el segundo Adán, quien corrigió su error y restauró nuestra relación con el Señor.
Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él. Colosenses 1:21-22
Por medio de la muerte de Jesús ahora estamos reconciliados con Dios. Esto es muy hermoso. Sin embargo, Satanás sigue intentando hacernos lo que le hizo a Job. Quiere romper nuestra relación con el Señor ideando planes que nos hagan desobedecer al Señor como lo hicieron Adán y Eva. La relación de Satanás con Dios se ha roto debido a su rebelión.
Y se desató una guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles, pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. Apocalipsis 12:7-9
Satanás quiere que nos rebelemos contra Dios como él lo hizo porque quiere que nos separemos de Él. Él sabe que la obediencia y el amor van de la mano. Si amamos a Dios, le obedeceremos. Por eso, quiere que desobedezcamos a Dios. Puede crearnos muchos problemas para que nos enojemos con Dios y nos alejemos de Él. También puede hacer muchas cosas que parecen buenas para atraparnos y hacer que nos concentremos en todo lo demás, menos en Dios. Satanás usará cualquier estrategia para que tengamos una relación rota con Dios, por lo que debemos ser prudentes ante sus artimañas.
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