Relaciones y la Misión
- Nicola Carara
- Apr 27, 2022
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Hace un par de aƱos, justo antes de que estallara el COVID en Jamaica, Dios puso en mi corazón escribir un libro sobre el matrimonio. SĆ, soy soltero, y puede parecer extraƱo que haya escrito un libro sobre el matrimonio, pero se titula El matrimonio a travĆ©s de los ojos de un escĆ©ptico cristiano soltero. A menudo soy escĆ©ptico sobre el matrimonio porque he visto fallar muchas de estas uniones, pero Dios me mostró que esta relación de pacto debe hacerse a Su manera y que Ćl unió a las personas para Su misión. Ahora, esto tambiĆ©n va mĆ”s allĆ” de las relaciones maritales, ya que Dios posiciona a las personas en nuestras vidas y tambiĆ©n nos coloca en la vida de otras personas para que nos unamos y logremos sus propósitos.
Y llamó a los doce y comenzó a enviarlos en parejas, y les dio autoridad sobre los espĆritus inmundos; y les ordenó que no llevaran nada para el camino, excepto un mero bastón, ni pan, ni alforja, ni dinero en el cinturón... Y salieron y predicaron que la gente se arrepienta. Y echaban fuera muchos demonios y ungĆan con aceite a muchos enfermos y los curaban. Marcos 6:7-8, 12-13
Debo confesar que durante aƱos odiĆ© los versĆculos que decĆan que JesĆŗs envió a sus discĆpulos de dos en dos. Me preguntaba quĆ© estaba mal conmigo, por quĆ© me envió solo a hacer el ministerio. Francamente, no me parecĆa bĆblico y, a menudo, me preguntaba si estaba en la voluntad de Dios. Fue recientemente que Dios me mostró que me estaba protegiendo a mĆ y al ministerio, y por eso estaba solo. No todos tenĆan la visión que Ćl me habĆa dado y podĆan cumplir las tareas como Ćl querĆa que las hiciera. Algunas personas probablemente harĆan mĆ”s daƱo al trabajo ya las personas a las que ministrĆ© si me hubiera asociado con ellos en el ministerio. El hecho es que no debemos asociarnos con alguien solo porque Ć©l o ella es cristiano. EscuchĆ© de un joven que creĆa que Dios lo habĆa llamado al campo misionero, sin embargo, se casó con una mujer que no tenĆa corazón para las misiones, por lo que no pudo lograr la visión que sentĆa que Dios le habĆa dado. Las relaciones pueden construirnos o derribarnos.
Por Ćŗltimo, hermanos y hermanas, regocijaos, enmendad vuestros caminos, consolaos, sed afines, vivid en paz; y el Dios de amor y de paz estarĆ” con vosotros. 2 Corintios 13:11
Es difĆcil estar en paz cuando no estĆ”s unido a alguien de ideas afines. Esa persona puede incluso matar tus sueƱos dados por Dios. SĆ© que puede sonar duro, pero veo a muchas personas solteras que quieren casarse rĆ”pidamente, sin darse cuenta de que si se casan con la persona equivocada, podrĆan tener muchos problemas. Creo que cuando estĆ”s soltero es el mejor momento para encontrar tu identidad en Cristo y construir una relación profunda con Ćl. Este tambiĆ©n es un buen momento para cultivar amistades duraderas fuera del matrimonio. Una persona soltera en el campo misionero puede enfocarse completamente en Dios, mientras que una persona casada tiene que considerar a su cónyuge en cada situación y por eso no tiene tanta libertad como una persona soltera.
Pero quiero que estĆ©s libre de preocupaciones. El que no estĆ” casado se preocupa por las cosas del SeƱor, cómo agradar al SeƱor; pero el que estĆ” casado se preocupa por las cosas del mundo, cómo agradar a su esposa, y sus intereses estĆ”n divididos. La mujer soltera, y virgen, se preocupa por las cosas del SeƱor, para ser santa en cuerpo y espĆritu; pero la casada se preocupa de las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido. Digo esto para su propio beneficio, no para ponerles restricciones, sino para promover lo que es apropiado y asegurar la devoción al SeƱor sin distracciones. 1 Corintios 7:32-35
Tanto ser soltero como estar casado tienen sus ventajas y desventajas. Lo que es importante es que, sin importar el estado en el que nos encontremos, estemos contentos sin importar cómo Dios nos quiera. TambiĆ©n debemos pasar momentos sin distracciones en la presencia de Dios para que Ćl nos muestre claramente Sus propósitos mientras nos guĆa a Su misión para nuestras vidas y nos fortalece para llevar a cabo Su visión. Dios tiene un plan para cada uno de nosotros. Todos somos diferentes y, por lo tanto, no debemos tratar de encajar en el zapato de otra persona o envidiar la condición de otra persona, ya sea que estĆ© casada o no. Es posible que las cosas no siempre sean como parecen, y cada persona tiene sus propias luchas a medida que avanza hacia la meta hacia el premio del supremo llamamiento de Dios mediante Cristo JesĆŗs. (Ver Filipenses 3:14). Y a medida que avanzamos, las relaciones son importantes, asĆ que pidamos a Dios que nos ponga en las relaciones correctas para cumplir la misión que tiene para nosotros y esperemos que Ćl lo haga.