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Realmente siento la necesidad de confesar que no he estado confiando en Dios como deberĆa. Lo he visto hacer algunas cosas asombrosas Ćŗltimamente, pero lo estarĆ© alabando por la maƱana y tan pronto como tenga un contratiempo, me estarĆ© quejando a Ćl temprano en la tarde. Me siento como la persona que no tiene fe en Santiago 1 que estĆ” dudando y siendo como una ola del mar impulsada y sacudida por el viento. Y los fuertes vientos parecen seguir llegando, pero sĆ© que si estoy plantado firmemente en Cristo, la Roca, ningĆŗn viento puede derribarme. A pesar de esto, parece que lo que sĆ© que es verdad no es lo que realmente estoy creyendo, y esto se nota en la falta de confianza que estoy exhibiendo a travĆ©s de mis pensamientos y emociones. Pero Dios es tan compasivo. Ćl continĆŗa animĆ”ndome a travĆ©s de Su Palabra. Recientemente, vi algunos versĆculos sobre la confianza del Salmo 37, que es muy especial para mĆ.
ConfĆa en el SeƱor y haz el bien; Habitad en la tierra, y alimentaos de su fidelidad. Salmo 37:3
Encomienda al SeƱor tu camino, confĆa tambiĆ©n en Ćl. Y Ćl harĆ” que suceda. El sacarĆ” a luz tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodĆa. Salmo 37:5-6
Pero la salvaciĆ³n de los justos es del SeƱor; Ćl es su fortaleza en el tiempo de angustia. Y el SeƱor los ayudarĆ” y los librarĆ”; El los librarĆ” de los impĆos, y los salvarĆ”, porque en Ć©l confiaron. Salmo 37:39-40
Confiar en Dios produce resultados asombrosos. Al confiar en Ćl, sabemos que Ćl serĆ” fiel con nosotros y dejarĆ” que nuestra luz brille en este mundo oscuro. Cuando confiamos en Ćl, Ćl es nuestra fortaleza cuando vienen tiempos difĆciles, y Ćl nos librarĆ” de cualquier maldad que venga contra nosotros. Estas son, sin duda, promesas maravillosas, sin embargo, constantemente no confĆo en Dios a pesar de que Ćl me ha ayudado de muchas maneras. Ćl envĆa personas para animarme y orar por mĆ y luego me siento animado. Sin embargo, no mucho despuĆ©s de que surgen problemas de salud, financieros u otros, olvido lo que Dios ha estado haciendo en mi vida, ya que estos problemas parecen no tener fin. Pero yo conozco a Aquel que es el Principio y el Fin. Ćl es el Alfa y la Omega, el Primero y el Ćltimo. (Ver Apocalipsis 22:13). Me avergĆ¼enzo y me siento culpable porque sĆ© todo lo que Ćl es y lo que Ćl puede hacer, pero a la menor perturbaciĆ³n, mi fe falla y mi confianza se trunca. Esto sucede cuando empiezo a apoyarme en mi propio entendimiento.
ConfĆa en el SeƱor con todo tu corazĆ³n, y no te apoyes en tu propia prudencia. Proverbios 3:5
Comienzo a creer lo que veo en mi cuenta bancaria o en el informe del mĆ©dico, en lugar de esperar a ver quĆ© estĆ” haciendo Dios en la situaciĆ³n. Empiezo a preocuparme, a ponerme ansiosa e incluso a enfadarme porque las cosas no salen como me gustarĆa. Sin embargo, la Palabra de Dios me dice que Ćl dispone todas las cosas para el bien de aquellos que lo aman y son llamados a Su propĆ³sito. (Ver Romanos 8:28) Y Ćl no es hombre para que mienta.
āDios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. ĀæHa dicho, y no harĆ”? ĀæO ha hablado, y no lo harĆ” bien? NĆŗmeros 23:19
Dios lo harĆ” bueno. Tengo que creer esto y confiar en Ćl. Por lo tanto, hago esta confesiĆ³n hoy no porque quiera hablarte de mis pensamientos y acciones de duda, sino porque me gustarĆa ayudarte con tu confesiĆ³n en este asunto. Hay muchos que no confĆan en Dios, sino que se ponen una fachada de confianza mientras dudan por dentro. No tenemos que ser sĆŗper cristianos, sino que es importante ser reales y confesar nuestros pecados. SĆ, no confiar es pecado. Entonces, he pecado porque no he confiado en Dios como Ćl me lo ha mandado.
Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seĆ”is sanados. La oraciĆ³n eficaz y ferviente del justo puede mucho. Santiago 5:16
Confesemos nuestra falta de confianza en Dios y oremos los unos por los otros. No pongamos nuestro foco y fe en la furia de los vientos, que nuestro Dios creĆ³, y no hay viento de adversidad que lo tome por sorpresa. Ćl es Omnisciente y Omnipotente, y Ćl calma los vientos y nos da paz en nuestros corazones.