La Lucha Está Sucediendo

Sean sobrios y estén alerta. Su adversario, el diablo, ronda como león rugiente, buscando a quién devorar. Pero resistan firmes en la fe, sabiendo que sus hermanos en el mundo están experimentando los mismos sufrimientos. 1 Pedro 5:8-9

Como cristianos, debemos estar alerta porque, una vez que vivamos una vida de fe en Cristo, seremos atacados por el enemigo. Pero debemos mantenernos firmes y resistirlo. Sí, es cierto que ninguna arma forjada contra nosotros prosperará, pero las armas se formarán. Por lo tanto, debemos estar armados. El apóstol Pablo, quien peleó la batalla de la fe, escribió a la iglesia de Éfeso diciéndoles cómo ponerse la armadura y mantenerse firmes.

Finalmente, fortalézcanse en el Señor y en el poder de su fuerza. Pónganse toda la armadura de Dios, para que puedan resistir las asechanzas del diablo. Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra las fuerzas del mundo de estas tinieblas, contra las fuerzas espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomen toda la armadura de Dios, para que puedan resistir en el día malo y, habiendo acabado todo, mantenerse firmes. Manténganse firmes, ceñidos sus lomos con la verdad, vestidos con la coraza de justicia y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz; además, tomen el escudo de la fe con el que podrán apagar todas las flechas encendidas del maligno. Y tomen el yelmo de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios. Con toda oración y súplica, oren en todo momento en el Espíritu, y con esto en mente, manténganse alerta con toda perseverancia y súplica por todos los santos. Efesios 6:10-18

Necesitamos revestirnos con toda la armadura de Dios en su fuerza, orando siempre no solo por nosotros mismos, sino también unos por otros. También necesitamos orar con discernimiento porque el diablo se disfraza de ángel de luz, como Pablo advirtió a la iglesia de Corinto en una de sus cartas. Debemos tener cuidado con las cosas buenas que se nos presentan, ya que pueden ser una trampa para alejarnos de lo mejor que Dios tiene para nosotros. Oswald Chambers escribió sobre esto.

El mayor enemigo de la vida de fe en Dios no es el pecado, sino las buenas decisiones que no son lo suficientemente buenas. Lo bueno siempre es enemigo de lo mejor.

Con demasiada frecuencia esperamos que el diablo venga con cuernos y una horca, pero eso sería demasiado obvio. Viene como ladrón en la noche para robar, matar y destruir. Y nunca debemos olvidar que muchos ladrones son manipuladores y mentirosos, así que debemos estar alerta. Intentarán vendernos algo que parezca bueno con sus palabras suaves, pero no es hasta más tarde que nos damos cuenta de que nos han estafado todo lo que tenemos. El diablo hará esto. Él nos ofrecerá lo que sea cómodo y conveniente para evitar que carguemos con nuestra propia cruz y sigamos a Cristo. Él es el padre de la mentira y usará cualquier artimaña para atraparnos. El engaño es una de sus mayores armas contra nosotros. Lo ha estado haciendo desde el principio en el Jardín del Edén, cuando tergiversó la palabra de Dios para engañar a Eva y hacer que desobedeciera a su Creador. Sigue haciendo lo mismo con nosotros hoy.

Pero el Espíritu dice explícitamente que en los últimos tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios, por medio de la hipocresía de mentirosos que tienen cauterizada la conciencia. 1 Timoteo 4:1-2

La lucha está sucediendo. Debemos tener cuidado de no caer presa de las mentiras del diablo y las cosas hermosas que nos ofrece para traicionar a nuestro Señor. Incluso las falsas doctrinas en algunas iglesias hoy en día pueden estar desviándonos y alejándonos de Dios. Por lo tanto, es muy importante aferrarnos a la verdad de la Palabra de Dios, que es nuestra espada del Espíritu. Tendremos que usar estas verdades para combatir al enemigo cuando nos engañe con lo que parezca inocuo, porque sabe que son las zorras pequeñas las que arruinan la viña. ¡Estén alerta!