He estado leyendo el Libro de Números y estoy aprendiendo más y más acerca de cuán intencional es Dios con respecto a nuestras vidas. Él tiene un lugar específico para nosotros, con una tarea específica que tiene una forma específica en que Él quiere que se haga. Y también, para estas asignaciones Él nos da provisiones que se ajustan a nuestra tarea.
Entonces el Señor habló a Moisés, diciendo: Acepta estos de ellos, para que te sirvan para hacer la obra del tabernáculo de reunión; y las darás a los levitas, a cada uno según su servicio. Entonces Moisés tomó las carretas y los bueyes, y se los dio a los levitas. Dos carretas y cuatro bueyes dio a los hijos de Gersón, según su servicio; y dio a los hijos de Merari cuatro carretas y ocho bueyes, conforme a su ministerio, bajo la autoridad de Itamar hijo del sacerdote Aarón. Pero a los hijos de Coat no les dio nada, porque de ellos era el servicio de las cosas santas, que llevaban sobre sus hombros. Números 7: 4-9
Los hijos de Coat no recibieron carreta ni bueyes porque no los necesitaban. Llevaban las cosas santas sobre sus hombros. Dios no desperdicia nada. Recuerde que cuando Jesús alimentó a 4000 y 5000 hombres junto con muchos otros, instruyó a sus discípulos a recoger las sobras. Dios les dio a los israelitas el maná que necesitaban diariamente y el doble del día anterior al sábado para que no tuvieran que salir a buscar su comida en este día santo de descanso. Nunca tenían más de lo necesario, así que no había desperdicio. Cuando Jesús enseñó a sus discípulos a orar, les mostró a ellos ya nosotros que oráramos por nuestro pan de cada día. Dios da lo que se necesita, cuando se necesita para lo que se necesita. Si creemos que no tenemos lo que necesitamos, probablemente deberíamos hacernos algunas preguntas.
¿Estoy donde Dios quiere que esté?
¿Estoy haciendo la tarea que Dios quiere que haga?
¿Estoy usando los recursos que Dios me ha dado de una manera que le agrada a Él para poder completar Su tarea?
Es posible que algunos de nosotros no estemos en la posición de Dios y, por lo tanto, no hagamos la tarea que Él nos ha asignado. No tenemos porque estamos fuera de lugar haciendo la tarea de otra persona. Necesitamos dejar de querer hacer lo que otros están haciendo y de codiciar lo que tienen porque Dios está haciendo algo diferente en nuestras vidas. Necesitamos pasar tiempo en Su presencia para permitir que Él nos dé instrucciones sobre nuestras vidas, en lugar de centrarnos en lo que otros están haciendo y cómo Dios los ha bendecido para las tareas que les ha asignado. Además, podemos estar en el lugar correcto, haciendo lo correcto, pero haciéndolo de manera incorrecta. Los que se han probado fieles en lo poco, serán fieles en lo mucho. (Ver Lucas 16:10). Si no somos fieles con lo poco que Dios nos ha dado, entonces, ¿por qué debería confiarnos más? Dios nos dará la sabiduría para llevar a cabo Su obra, así que debemos usarla. Sus caminos no son nuestros caminos, por lo que aunque no parezcan normales o culturalmente aceptables, aún debemos hacer lo que Dios dice que hagamos y cómo dice que lo hagamos.
Dios nos posiciona estratégicamente, por lo que no debemos salir de Su posición aunque nos parezca incómodo. Nunca olvides que el enemigo no quiere que caminemos hacia el destino que Dios tiene para nosotros. Este ladrón viene a robar, matar y destruir. Él solo está esperando que nos desviemos del camino de Dios para devorarnos. Él nos ofrecerá cosas que brillan, que no son oro refinado de Dios. Lo que nos puede parecer bueno, puede no ser de Dios, por lo que no debemos apoyarnos en nuestro propio entendimiento. Por favor reconozcan que lo que es religioso y lo que es santo puede no ser lo mismo. Necesitamos buscar el discernimiento de Dios para saber la diferencia. Y debemos elegir hacer lo que es santo a los ojos del Señor, llevando a cabo Sus tareas designadas.
“El deber señalado de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, es el aceite del alumbrado, el incienso aromático, la ofrenda diaria de cereal, el aceite de la unción, la vigilancia de todo el tabernáculo, de todo lo que está en él, con el santuario y su mobiliario.” Entonces el Señor habló a Moisés y a Aarón, diciendo: “No extirpen la tribu de las familias de los coatitas de entre los levitas; pero haced esto con respecto a ellos, para que vivan y no mueran cuando se acerquen a las cosas santísimas: Aarón y sus hijos entrarán y asignarán a cada uno de ellos su servicio y su tarea. Pero no entrarán a velar mientras se cubren las cosas santas, no sea que mueran. Números 4:16-20
Debemos tener cuidado de obedecer a Dios en nuestro servicio para Él. Muchos cristianos han comenzado bien para Dios y luego se han desviado de Su camino, lo que ha resultado en una separación de Él, que es básicamente la muerte espiritual. No demos por sentadas las tareas que Dios nos ha dado y sepamos que Él nos coloca estratégicamente donde Él quiere, para el tiempo en que Él desea llevar a cabo Su encomienda específica.
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