Una de las cosas que aprendí mientras hacía el ministerio en el centro de Kingston, Jamaica, fue que la gente miraba lo que hacía, más de lo que escuchaba lo que decía. Recuerdo que un hombre me dijo que todos los demás de fuera del área se irían cuando aumentaran los tiroteos en la comunidad, pero vio que me quedaba y realmente lo apreció. Agradecí entonces no haberme dejado dominar por el miedo y haber caminado por aquellas calles violentas con una oración en los labios. Esta semana, Nader realmente me hizo pensar en lo que significa ser un embajador de Cristo. ¿Eres un embajador de Cristo?
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Creo que la mayoría de la gente conoce a Charles Darwin. Fue un naturalista, geólogo y biólogo inglés, mejor conocido por sus contribuciones a la ciencia de la evolución. Su padre, Robert Darwin, era un librepensador. Su padre quería que se convirtiera en médico, pero él no estaba interesado en una educación médica, por lo que su padre le dijo que fuera y se convirtiera en pastor y hiciera lo que quisiera. Pero no todas las personas tienen esta creencia acerca de convertirse en pastores. Recuerdo una historia en la que un sacerdote de una ciudad estadounidense le predicaba a una persona rica e influyente. El hombre rico se preguntó si el mismo sacerdote sería fiel a las buenas noticias que había compartido. Entonces, contrató a un detective privado para vigilar el comportamiento del sacerdote día y noche. Después de un tiempo, el detective privado le dijo al hombre rico: “No encontré ningún defecto en este hombre. Él hace lo que te dice”. La vida santa de este sacerdote hizo que el rico creyera en Cristo.
Por lo general, cada país tiene un embajador ante las Naciones Unidas que representa al pueblo y al gobierno de ese país. Entonces, los cristianos en nombre de Cristo, son sus embajadores en todo el mundo.
“Es decir, que Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo mismo, no tomándoles en cuenta sus iniquidades, y nos ha encomendado la palabra de la reconciliación. Por tanto, somos embajadores de Cristo, como si Dios hiciera un llamamiento a través de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo, reconciliado con Dios.” 2 Corintios 5:19-20
Somos salvos por la gracia de Cristo, por eso debemos saber que por la gracia de Cristo saldremos victoriosos y podremos ser útiles embajadores de Cristo. Como dijo San Agustín: “Porque la gracia no se da porque hayamos hecho buenas obras, sino para que podamos hacerlas”. Entonces, en lugar de abusar de la gracia de Cristo, los cristianos deberían usarla para glorificar el nombre de Cristo. Charles Haddon Spurgeon fue un predicador bautista particular (reformado) inglés. Él tiene una cita sobre la gracia que dice: “Creemos que la obra de regeneración, conversión, santificación y fe, no es un acto del libre albedrío y el poder del hombre, sino de la poderosa, eficaz e irresistible gracia de Dios”. Por tanto, cuando soy tentado como ser humano a gozar del pecado, la Palabra de Dios y el Espíritu Santo que mora en mí no me permiten vivir en pecado.
“Porque a la libertad fuisteis llamados, hermanos y hermanas; solamente que no hagáis de vuestra libertad una oportunidad para la carne, sino servíos los unos a los otros por amor.” Gálatas 5:13
“Pero yo digo: andad por el Espíritu, y no haréis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu.” Gálatas 5:16-21
“Así que esto digo, y afirmo en el Señor, que ya no andéis como también andan los gentiles, en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido.” Efesios 4:17-24
No debemos olvidar que ninguno de nosotros es perfecto, pero debemos crecer y avanzar hacia la perfección y trabajar con Dios y tener una relación sana con Él. Porque si fuéramos perfectos todos a la vez, no habría necesidad de que Cristo regrese por segunda vez, entonces cuando estemos vivos debemos vivir cada momento en los brazos de Cristo y llegar a ser como Él y tener Su nombre glorificado en nuestras vidas. Así que unámonos con el autor de la carta a los Hebreos y fijemos sus ojos en Cristo y sigamos adelante.
Por tanto, teniendo también nosotros tan gran nube de testigos rodeándonos, deshagámonos de todo obstáculo y del pecado que tan fácilmente nos enreda, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, mirando únicamente a Jesús, el iniciador. y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de Él soportó la cruz, menospreciando la vergüenza, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Pues considerad a Aquel que soportó tal hostilidad de los pecadores contra Sí mismo, para que no os canséis ni desmayéis.” Hebreos 12:1-3
Nader tu hermano pequeño en CRISTO
DIOS TE BENDIGA. AMÉN
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